lunes, 27 de agosto de 2012

expresión de la inteligencia emocional en el pitcher


Su expresión en la figura del lanzador en el béisbol.
"...Cada jugada está escrita en el viento, la gloria está esperando a quien la sepa leer…"
(Tomado de la canción "Soñar en azul" del dúo Buena Fe)
En el alto rendimiento deportivo, las exigencias y demandas de la competencia son cada vez mayores.
Cuba ostenta excelentes resultados en el béisbol, expuestos en eventos nacionales e internacionales.
Ello se sustenta en la ardua preparación que reciben nuestros peloteros, y la entrega y pasión desmedida de los cubanos hacia su deporte nacional.
Santiago de Cuba es una de las provincias de nuestro país que históricamente ha mostrado un elevado nivel de calidad en la práctica del béisbol.
Ello, se constata en las repetidas obtenciones de títulos de campeones nacionales, y en la presencia sistemática de varios jugadores santiagueros en los equipos que nos representan internacionalmente.
No han sido pocos los lanzadores que ha brindado el pueblo santiaguero al movimiento deportivo con magníficos resultados y records impuestos.
Las carreras deportivas de hombres como Braudilio Vinent, José Luis Alemán, Norge Luis Vera, Ormari Romero, entre otros, nos permiten confirmar lo antes mencionado. No obstante los resultados actuales del pitcheo demandan una mayor preparación de nuestros lanzadores.
El lanzador como ya se planteó anteriormente, ocupa un puesto fundamental y decisivo en los equipos de béisbol, por ser la figura de la que parten las acciones ofensivas y defensivas, encontrándose bajo mucha presión en las competencias.
Además de la innegable importancia de la preparación física y táctica, la preparación psicológica ocupa un lugar esencial en la preparación del lanzador para la fase competitiva, teniendo en cuenta las problemáticas que estos pueden presentar antes, durante o después del juego de pelota, expresadas en emociones, que tienen su base en el miedo a perder, a fracasar, a equivocarse, a lesionarse, a hacer el ridículo, a la competencia, a los rivales, a no poder dar lo que se espera de ellos.
El desarrollo de las cualidades del atleta desde el punto de vista personológico ocupa un lugar esencial en este sentido, teniendo en cuenta todo lo que implica la carrera deportiva en términos de consagración, dedicación, obstáculos, renuncias, esfuerzos, obligaciones, y compromisos.
Estos atletas comienzan su trayectoria deportiva desde muy pequeños, y en aras de convertirse en deportistas de alto rendimiento dedican la mayor parte del tiempo a los entrenamientos, las competencias, quedándoles pocos espacios para otras actividades características de la etapa del desarrollo por la que atraviesan.
Las condiciones, el medio y los requerimientos del deporte les demandan el desarrollo de procesos y cualidades psíquicas anticipadamente, en relación con otros adolescentes y jóvenes.
En el caso de los jugadores de béisbol estas exigencias se hacen más notorias, ya que al ser éste nuestro deporte nacional, posee a nivel social mayor significación y alcance en relación con otros deportes, razón por la que se articulan diversas representaciones en torno al béisbol y sus jugadores, integradas en opiniones, actitudes, conocimientos, creencias, que a su vez orientan el comportamiento de todas aquellas personas involucradas de alguna forma en este escenario, incluyendo al público, los árbitros, entrenadores, jugadores, amistades, familiares.
Estos introducen visiones sesgadas a las representaciones adquiriendo dimensiones de estereotipos y prejuicios, respecto a un jugador, a una jugada, a un equipo, a una decisión, deformando la visión de la realidad en correspondencia con los intereses y necesidades de cada persona, es decir construyendo "su propia realidad".
Dichos sesgos en ocasiones nos imposibilitan comprender que cada atleta posee características individuales, una historia personal que los marca y determina sus comportamientos, y que al igual que a otras personas se les presentan dificultades, situaciones adversas, conflictos, los cuales influyen en sus actuaciones y rendimientos.
De este modo estas representaciones y estereotipos atraviesan la subjetividad del atleta; en este caso nos referimos a los lanzadores, a quienes se les juzga doblemente por la responsabilidad del triunfo o revés del equipo.
Ello influye en la aparición de reacciones emocionales negativas de enojo
ira, ansiedad, inseguridad, angustia, así como procesos autovalorativos inadecuados, desmotivación, pesimismo, influyendo paralelamente en el rendimiento y el bienestar del sujeto.
De aquí la necesidad de que el lanzador aprenda a controlar sus emociones, de manera que éstas no influyan en su desempeño profesional negativamente, partiendo de que los estados emocionales del individuo condicionan su actuación y a su vez el carácter de las emociones y la estructura de los procesos emocionales dependen de la actuación del sujeto.
Constituye la inteligencia emocional un sistema que integra habilidades, competencias, capacidades y que puede ser desarrollada en los lanzadores, teniendo en cuenta que no se nace con ella, sino que es aprensible.
El desarrollo de la misma en los lanzadores permitiría disminuir las tensiones, ansiedades, miedos, conductas agresivas impulsadas por la ira, entre otras, que tienden a disminuir el rendimiento y a provocar malestar en los atletas.
·         Un lanzador que cuenta con los recursos psicológicos que le provee la inteligencia emocional tendrá más probabilidades de mostrar su capacidad adaptativa y creadora ante los cambios, autocontrol, motivación para lograr determinados objetivos y metas propuestas, así como establecer mejores relaciones con sus compañeros de equipo.
·         Se promovería mayor tolerancia a la frustración, al fracaso, recursos de afrontamiento superiores, resolución de conflictos y enfrentamiento positivo a los cambios.
En correspondencia con lo antes expuesto y en aras de darle cumplimiento a los objetivos de la investigación, basándonos en el análisis de los referentes teóricos asumidos y la situación problèmica del presente estudio, planteamos los siguientes indicadores teóricos de desarrollo de la inteligencia emocional en los lanzadores:
Reconocimiento de las propias emociones y sentimientos y sus efectos en la actuación deportiva: Habilidad de identificación de emociones y sentimientos que emergen comúnmente en la actuación deportiva en función de comprender las interrelaciones que se establecen entre las emociones, sentimientos y su influencia en la práctica deportiva.
Se trata de reconocer cómo los sentimientos y emociones influyen en el desempeño del lanzador, tanto positiva como negativamente.
Índices de valoración:
Ser responsables de los efectos de emociones y sentimientos en su actuación deportiva.
Tomar conciencia de debilidades y fortalezas en este sentido, en función de adquirir una visión clara de los puntos que deben fortalecer.
Desarrollo de una conducta reflexiva tendiente al autodominio y autocontrol emocional.
Autocontrol: Habilidad para manejar y regular emociones y sentimientos responsable y flexiblemente, de manera que no intervengan nocivamente en la actuación deportiva, en función de afrontar cambios y situaciones de tensión durante los juegos. Mantenimiento del control de las emociones con el fin de facilitar el rendimiento deportivo.
Índices de valoración:
§ Regulación de impulsos y emociones disociadoras.
§ Perseverancia y optimismo ante contratiempos y conflictos que se le presentan a los lanzadores durante el juego.
§ Desarrollo del nivel de tolerancia hacia lo inesperado.
Motivación hacia la carrera deportiva: Habilidad de movilizar la conducta en función de aprovechar oportunidades y fortalezas que permitan alcanzar objetivos y metas propuestas, ayudarse a tomar iniciativas, ser más eficaces y perseverantes frente a contradicciones y contratiempos que se les presentan.
Índices de valoración:
§ Desarrollo de la valoración adecuada del nivel de aspiraciones y posibilidades reales.
§ Adecuación de las tendencias emocionales que guían o facilitan el logro de los objetivos propuestos mejorando la actuación.
§ Motivación hacia el logro de mejores resultados.
§ Operación con la idea del éxito en lugar del miedo al fracaso.
Capacidad de Adaptación: Capacidad para detectar, analizar y enfrentar satisfactoriamente los continuos cambios que tienen lugar en el juego de béisbol. Este indicador está relacionado con el afrontamiento de múltiples demandas y el establecimiento rápido y oportuno de las prioridades en determinadas situaciones de juego, eliminando o disminuyendo la influencia entorpecedora de emociones conflictivas o disociadoras en la competencia.
Índices de valoración:
§ Desarrollo de la toma de decisiones y autodeterminación.
§ Desarrollo de la iniciativa.
§ Jerarquización ante las múltiples demandas.
§ Asimilación de las acciones que se le encomiendan y las decisiones de árbitros o dirección del equipo.
El desarrollo de la inteligencia emocional, objeto de nuestro estudio, expresado mediante estos indicadores teóricos, estará encaminado esencialmente a promover un aprendizaje que estimule las potencialidades del sujeto, conduciendo a transformaciones en éste en los ámbitos donde acontece su vida, propiciando la toma de conciencia de las contradicciones que emergen en los mismos y el protagonismo y la participación en la búsqueda de nuevas alternativas y respuestas a las dificultades y exigencias que se les presentan en el rol que asumen.
Es preciso comprender a los lanzadores como sujetos psicológicos, lo que implica tener en cuenta la interrelación que se establece entre su personalidad (sistema de recursos psicológicos que posee, que se han ido configurando, conformando, en determinadas estructuras), su historia personal (experiencias, vivencias de éxitos, fracasos, que pueden actualizarse y ejercer una influencia directa en sus actuaciones), sus características cognitivas (nivel de formación, calidad y funcionamiento de los procesos que participan en la recepción, asimilación, procesamiento y utilización de la información), impulsores internos no conscientes(impulsos sexuales, agresivos, compulsivos), características del sistema nervioso central (fuerza, equilibrio y movilidad), su estado funcional actual (nivel de satisfacción de necesidades orgánicas, estados emocionales, estado de salud) y la situación en la que se encuentra (ambiente físico, natural, social y emocional).31
Estos componentes se integran dinámicamente, aunque mantienen su influencia independiente y orientan los comportamientos y la actividad del individuo. Constituyen elementos de análisis significativos en tanto posibilitan entender el funcionamiento de los lanzadores, verlos reflejados en su integridad, resolver sus problemas psicológicos, promover su autodesarrollo mediante la adquisición de habilidades y la generación de acciones para desarrollar hábitos y competencias personales, lo cual les permitirá enfrentar exitosamente las exigencias de la actividad deportiva, propiciar su crecer como individuos y preservar la salud humana, siendo congruentes con los problemas del quehacer psicológico.
En sentido general se abordaron en este capítulo la aproximación a aspectos teórico metodológicos que distinguen a la Psicología del Deporte, rama a la que pertenece la presente investigación.
Las características del béisbol como deporte de conjunto y la reseña sobre el Equipo de Béisbol de Santiago de Cuba nos permitieron valorar la trascendencia del béisbol en nuestro país y particularmente en nuestra provincia, los requerimientos desde el punto de vista físico, técnico- táctico, teórico y psicológico que les demanda la preparación a los lanzadores y las asignaciones sociales atribuidas, que explican estados emocionales negativos y dificultades en sus actuaciones deportivas.
A partir de esta situación se hizo necesario el acercamiento a la inteligencia emocional como alternativa de cambio y crecimiento para los lanzadores, expresada mediante el desarrollo de sus indicadores e índices de valoración.
De este modo emerge la necesidad de sustentar la investigación en una metodología capaz de propiciar el cambio y la transformación, elementos que serán explicados en el siguiente capítulo.
31 Arias Herrera Héctor: Propuesta para la Estructuración de una Teoría de Sujeto Psicológico. Sus implicaciones para la
Psicología. (Artículo en soporte digital).

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